martes, 20 de noviembre de 2012

¿Qué es educar?


Empezaré el ensayo con una frase que nunca olvidaré que me dijo un profesor de Bachillerato: “Educar es ponerle motor a una barca” (más adelante analizaremos esta frase). Si buscamos la palabra educar en un prestigioso diccionario como es la RAE encontramos que educar es “dirigir, encaminar, doctrinar”, y es cierto, cuando educamos a un niño a que cierre la boca mientras come lo estamos dirigiendo nosotros, los educadores del niño, porque queremos encaminarlo a que un día cierre la boca al comer sin que le digamos nada. En este caso educamos a base de repetirle reiteradas veces y corrigiéndole el gesto. El resultado con el paso de los años es que la persona ha aprendido el gesto y ya no es necesario corregirle, es decir, ha automatizado el gesto y lo realiza inconscientemente, por tanto podemos decir que esa persona ha sido educada. Ahora bien, después de esta introducción, ¿piensas que educar consiste en corregir y repetir una y otra vez el mal hábito hasta que consigue eliminarlo? ¿O existen otras vías para educar a una persona? Quizás el método que más conocemos es el primero, ya que es la manera que han adoptado nuestros familiares de educarnos en el día a día de nuestras vidas. Por ello, hoy en día que somos personas adolescentes, hemos aprendido y ya lo realizamos de forma inconsciente a comer con la boca cerrada, a no decir palabras malsonantes, a respetar a las personas que nos rodean, a saludar correctamente a las personas que conocemos… podemos señalar gran cantidad de acciones que se nos han educado y que en este momento no se nos vienen a la cabeza. Somos educados en casa y en la escuela principalmente, pero también en el entorno callejero, con los amigos. Para educar es necesario tener una gran paciencia, de ahí la frase que tantas veces hemos escuchado de nuestros educadores: ¡Cuánta paciencia hay que tener contigo!
Y aquí retomamos la frase que iniciaba el ensayo: ¿a qué nos referimos con educar es ponerle motor a una barca? Si pensamos esta frase y la relacionamos con la educación, la reflexión sale sola. Esta metáfora nos viene a decir que si educamos bien al niño en el futuro navegará solo por buenas aguas, es decir, que “le hemos puesto un buen motor”. Por el contrario, si un marinero no dedica tiempo a poner un buen motor en el futuro se romperá y no podrá navegar por las mismas aguas que el anterior. Esto referido a la educación vendría a ser el caso de una persona que no ha sido bien educada desde pequeña y que a causa del “mal motor” puede fracasar.
Así pues, siempre que intentamos educar tratamos de encaminar a las personas hacia un buen camino. Acabamos el ensayo con una gran frase en relación a la educación de Diego Luís Córdoba (abogado y político colombiano): “Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad”

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