viernes, 30 de noviembre de 2012

Semana de trabajo de la obra Mal de escuela (Daniel Pennac)

Leer "Mal de escuela" me ha llevado a conocer desde un punto de vista más elaborado o culto, la infancia que he tenido, no porque yo haya sido un zoquete sino porque he tenido compañeros zoquetes. Ahora me doy cuenta la cantidad de zoquetes que he conocido en esta vida de estudiante y a los muchos que he intentado ayudar en muchas tareas escolares, ya que en algunos casos los respectivos profesores se desentendían. Esto lo podemos equiparar a la metáfora de las golondrinas que aparece al final del libro. En este caso, muchos zoquetes "se han estampado contra el marco de la ventana", es decir, los estudios les han supuesto un gran obstáculo que no han sabido cómo esquivar o superar, y sus profesores no han sabido actuar con ellos, son las golondrinas aturdidas que señala Pennac y que a día de hoy no han aprendido a "volar" aún, es decir, siguen siendo zoquetes. Pero también está el caso de otros compañeros que he tenido, que la vida de estudiante ha sido un obstáculo para ellos, nunca han conseguido salir satisfechos de ella, hasta que ciertos profesores han conseguido guiar muy bien a estos alumnos y han logrado salir de ese pozo que significaba para ellos los estudios. 
Además he aprendido con este libro que la gente no tiene nada de razón cuando tienen un hijo que es un fracaso en los estudios y señalan que "mi hijo no vale para estudiar, así que lo pondremos a trabajar en cuanto cumpla la edad". No quiero decir que esto pase siempre, pero sí que hay esperanzas, como es el caso de Daniel Pennac quien fue un zoquete durante la infancia, pero luego consiguió sacarse la carrera y ser de profesor y escritor, y gracias a sus escritos conocemos su experiencia y aprendemos de ella.
También tengo que señalar que "Mal de escuela" es un libro complicado de leer en el sentido que no es un libro que te atrapa desde principio hasta el fin, sino que es un libro muy teórico y que requiere gran concentración para seguir la lectura continuamente.

Por último, voy a hacer mención a la representación que ha hecho mi grupo sobre un fragmento del libro de Pennac, ya que esta semana en Educación del Movimiento se ha tratado de trabajar la obra. Mi grupo ha representado "la metáfora de las golondrinas" pero de una manera más elaborada. Yo era el profesor que debía de guiar al alumno (Jesús) a que llegara a su fin que es la educación o el conocimiento. Los otros dos compañeros Mario y David con una colchoneta cada uno simbolizaban un libro que estaba en medio de la clase y que era un obstáculo que debía de superar el alumno. Entonces empieza mi explicación hacia el alumno, y este se va tropezando con sillas, mochilas... que hay en la clase (ya que es un zoquete). Cuando llega a mitad de la clase se encuentra su gran obstáculo, un libro gigante que al intentar superarlo no puede y es atrapado por él. El profesor se da cuenta de que el libro supone un gran obstáculo para él y que sin ayuda es complicado que sepa salir sólo de esa situación, entonces me levanto y ayudo al compañero a salir del apuro/agobio que está representando el libro para él. Aunque la idea ha quedado bastante clara, lo podíamos haber representado mejor, con más drama y carácter de los actores, pero no somos actores (de momento).

2 comentarios:

  1. Creo que uno de los mayores problemas que tienen esos niños que no se les dan bien los estudios o que no tienen motivaciones por los mismos, es en gran medida por la falta de confianza de los padres, la motivación que no le dan, el pasotismo que muestran muchas veces sobre los suspensos... Los profesores pueden tener algo de culpa al ver el problema y no abarcarlo, pero los padres son los primeros que deben ayudar a sus hijos y no dejar de confiar en que pueden, porque todos pueden

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  2. En ese sentido te doy toda la razón Omar, es cierto que hay hijos que llegan a casa y los padres, por preguntar algo, les dicen ¿qué tal te ha ido el día? y ellos con un simple "bien" ya se desentienden de decirles que han suspendido o aprobado un examen, que tienen deberes... pero los padres no insisten y dejan pasar el problema una y otra vez, y esto a la larga tiene consecuencias.

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